Friday, February 16, 2007

El Beso Cálido del Judas Frío

Ejerm, ejerm... Yeah, casi un mes... Dag nammit!! Se lo voy a achacar al sueño. Sí, he tenido mucho sueño últimamente y por eso no me han visto por aquí! Sí! Es por eso... (Los convencí?)

Bueno, la jodienda esta prácticamente me OBLIGO a upgradearme al Nuevo Blogger de la cre[ma] este (No me dejaba ni editar sin cambiarme, ustedes han vi'to vaina??), sooooo... sorry, guys. Ok, lo prometido es deuda...


Agosto se rajaba por mitad, cuando Napoleonov se empezó a alejar. El segundo ciclo (siendo el más largo del año, por el desgarrador verano) culminaba lentamente y los destellos de luz que dejaron la estrella llamada “Abraham” y la luciérnaga apodada “Narciso” ya estaban casi borrados del plano de urgencia.

Napo chin a chin me sacaba los pies. Estaba a punto de entrar a la uni, y empezar una nueva etapa en su vida, una a la que yo siempre aconsejo se empiece soltero. Es mucho más fácil ver las flores crecer si sabes que tienes la libertad de arrancar una y llevártela a tu casa.

Arrasó con las Pruebas Nacionales, de lo cual no me sorprendí, ya que cuando tienes dinero y cuña consigues lo que quieras en el plano educativo de nuestro amado país. Los tígueres consiguieron las respuestas a las pruebas, y las botellas se insertaron a los cerebros, que ya estaban demasiado ocupados con “conseguir clave” pa’l Internet, y crackear códigos de tarjetas de crédito.

Entre esos “apóstoles” de Napoleonov, que se dedicaban a hackear, crackear y alterar cuentas bancarias de personas trabajadoras (creo que venía siendo tiempo de que dijera lo que hacía mi novio para “divertirse” en esos tiempos...) había, como en todos los casos, un Judas. Y así mismo le llamaré, por vagancia de conseguir otro nombre de disfraz.

Conocí a Judas justamente en el Laboratorio de Internet. Recuerdo su pelo negro ondulado, enchumbado de gelatina, sus ojos gatúvelos, siempre a medio cerrar, todo sobre una cara redonda sirviendo de portada a un cuerpo un tanto esquelético, que caminaba con lentos pasos, pero movimientos calculados rápidamente. Era buchudo y dientudo, por lo que me acordaba inevitablemente a Bugs Bunny. Y bueno... debo confesar que más tarde en el ciclo me acordaba a Sephiroth, de Final Fantasy VII... :S

Judas y yo nos caímos bien desde el principio, pero no era que intercambiamos muchas palabras, sino que él se sentía bien porque “su herrrrmano Napoleonov” tenía una buena mujer a su lado. Tenía historias de mujeres que habían sido “malas” con él, y no se lo deseaba a nadie. Yo, en mi subconsciente, me preguntaba si hubiese sido recomendable ser un poco menos “buena” con Napoleonov, a ver si me cuidaba más. Fue una de las primeras conversaciones medio “deep” que Judas y yo tuvimos por teléfono.

Yani: Hello?
Judas: Sí, mmmmm, me comunica con Yani?
Yani: Soy yo... ¿?
Judas: La Yaaaaaani... es Judas...
Yani: El Juuuuuudaaaaaaaaas! Dime, en qué te puedo ayudar?
Judas: Napoleonov está por ahí?
Yani: Naw, acaba de irse. Llámalo a su casa, tiene que haber llegado. Se fue hace 30 segundos, hahahahaa...
Judas: Sí, yo sé que vives frente a él.
Yani: Ah, te lo contó?
Judas: No... te había visto antes... cuando jugaba en la cancha...
Yani: Aaaahhhhh... ... ... Pos nada, tú lo llamas.
Judas: Algunos hombres no se dan cuenta de lo codiciadas que son sus novias.
Yani: Bueno, Napo no tiene mucho de qué preocuparse, hahahahaahhaha...
Judas: Te sorprenderías de la cantidad de hombres que te miran...
Yani: Sí, como a cualquier escoba con falda. O en mi caso, con jeans.
Judas: Hahahaahahhah, No, es en serio. Hay muchos panas de él que te miran de forma diferente.
Yani: Bueno, pues bien que lo disimulan! Sin embargo, el que me debería mirar “diferente” ya no lo hace.

Sí, sé que no debí decir eso. No era correcto que yo hablara de las cosas que habían cambiado en Napoleonov, precisamente con un amigo de Napoleonov. Pero había algo en Judas que me hacía confiar en él, una especie de calma en sus palabras, que más que muela suave parecía la característica de la ternura de un amigo de años.

Judas: A los hombres hay que asustarnos un poco...
Yani: Como así?
Judas: No debes dejar que Napoleonov crea dentro de sí mismo que te tiene para él al 100%. Debes dejarlo plantado de vez en cuando, no devolverle una llamada, irte a una fiesta con tus amigas, que él sepa que tienes otras cosas importantes en tu vida, y que ésta no gira alrededor de él.
Yani: Yo estoy demasiado ocupada como para esas cosas. Pero tiene sentido eso... Creo que él, o se cansó, o se acostumbró.
Judas: Seguramente la segunda. No me imagino que alguien podría cansarse de ti. Eres divertida, inteligente y bella.
Yani: Hahhahahah, y tú necesitas Visina. Además, cómo carajo sabes que soy divertida? No fuiste al paseo de Agua Splash (Recuerdan cuando Agua Splash era Agua Splash? :P~)
Judas: Fuiste a uno de sus torneos de Basket en el UFE!!... Con que te chupaste eso, ya calificas como divertida!
Yani: Hahahaahhaha. Bueno...
Judas: Así que ya sabes cómo arreglarlo. Cuenta conmigo si necesitas darle celos también.
Yani: Haahaahahahahahha, latoso...
Judas: Hahahhaahaha... ... ... es verdad. Y lo de bella también.
Yani: Hahahahahahah, cómo no. Llama a Napo, que te debe estar esperando.
Judas: Bye.
Yani: Bye!

No pensé nada fuera de lo común con esa conversación, simplemente que no tenía yo el tiempo para trickear a Napoleonov de esa forma. Muy por el contrario, me decidí a no ser intrigante, y darle par de “Ho-Ryu-Ken”s a mis miedos de una vez por todas.

Siempre llegaba esa hora de la madrugada en que sabía que él estaba despierto, en que podía llamarlo. A eso de las 1:53am... Di el primer paso... casi prediciendo que se iba a convertir en el último.

CONTINUARA...