Aveces no sabes si el agua está fría, a menos que saltes y te sumerjas. ¿Por qué dejar ir a alguien a quien te has apegado por tanto tiempo, porque ciertas cosas han cambiado... es tan complicado? Si es un apegue absurdo, sin sentido, sin fundamento, basado en fantasías, en todo lo que podía ser, sólo si pasaban otras cosas... Algo sin la menor posibilidad de triunfar. ¿Por qué se nos hace tan imposible?
Yo no tengo ni el tiempo, ni la energía, ni el deseo de averiguarlo ya. Esta mañana desperté más medalaganaria que todas. Borré varios contactos a los que me aferré por tanto tiempo. Hay un punto en que ya no puede ser uno solo quien se aferre. Las fuerzas se van. El corazón es capaz de continuar, pero la mente decide que ya está bueno. Que es una calle de dos vías, y sólo se está transitando para un lado... Que hay que pensar en el cien por ciento.
Nadie merece presentar a otra persona un porcentaje mucho mayor al que ella le presenta en cambio. He tenido la mente abierta para darme cuenta de qué porcentaje me dan algunas personas a quienes tengo (o tenía) en mi vida. No estoy hablando sólo de atención, sino de todos los factores de los que tengo conocimiento: frecuencia de conversación, contacto en las redes sociales que nos dominan, el simple presentimiento de que si llamo, esa persona va a soltar todo y dedicarme varios minutos, y un largo etcétera.
¿Qué sentido posee retener a alguien en tu lista de contactos a quien sabes que no vas a llamar, porque tienes un virus dentro de ti que se llama "dignidad", y es desgraciadísimo? ¿Para qué esperar la llamada de alguien que sabes nunca ocurrirá, y si encima de todo, ocurre, no va a ayudar a mejorar a nada ni a nadie?
Me la puse fácil. Si yo dedico un 100, y el otro dedica 0, borrado. Si él dedica 100 y yo 0, borrado (con el mismo 0 de aviso). Si los dos dedicamos 0, borrado. Para qué sobrecargarse con ceros, si hay tantos 50 y mayores allá afuera, a quienes ahora mismo estoy dedicando 50 o menos?
Está bueno de mojigangas. Estoy demasiado vieja para can. Y sólo me estoy consumiendo en el olvido de otros. La vida no es más que un conjunto de esperas, y de vez en cuando, sorpresas. Y aveces hay que reemplazar la posibilidad de la sorpresa de saber de alguien a quien extrañas tanto, con la posibilidad de demostrarte a ti mismo, que eres capaz de dejarlo ir.
Y.