Inolvidablemente Unico...

Este fín de semana, mi ánimo dio un giro de 180 grados. De las risas transcribiendo los relatos de Ben, a las lágrimas con las memorias de un amigo perdido...

Muchas veces en la vida Dios nos deja conocer seres excepcionalmente divertidos. Personas llenas de energía, que están en todas las fiestas, no se pierden un bonche, sin importar la razón. Y es porque siempre son invitados! Porque su presencia irradia frescura, espontaneidad y carisma. Siempre tienen los mejores chistes, las más fuertes (pero cherchosas) críticas, y los insultos que se convierten en comentarios pasivos entre amigos.

Una vez en la vida... dos, si es que tienes mucha suerte, Dios pone en tu camino una persona que puede ser 100% relajo, y convertirse en 100% seriedad si así lo necesitas. Si necesitas una mano, un oído, unos ojos, está ahí. Ese amigo que al verte triste, te levanta el ánimo, y al verte alegre, celebra contigo, sin importar las razones. Aún si esto implica que pasaste la materia, y a él se le quedó... celebra contigo, es parte de tus momentos de victoria. Ese amigo que es simplemente excepcional, y casi podrías jurar que nunca te fallará.

Y cuando está enfermo, calla. Nadie sabe de él. No quiere que lo vean, por miedo a que lo relajen, por miedo a aparentar ñoño, o peor aún, aparentar necesitado. Su orgullo es tan solo un poco más pequeño que su bondad, por eso desaparece cuando está herido, por dentro y por fuera. Para no agobiar a nadie, y para que lo recuerden sólo con buenas memorias...

Cuántas cosas hermosas voy a recordar de ti, querido amigo. "Amigo"... palabra tan pesada. Pero eso fuiste, y supiste cargar con todo ese peso. No sólo un gran compañero de universidad... El único que, al tener yo la grandiosa idea de combinar "Proyecto II", "Base de Datos", "Simulación Digital", "Electrónica I", y "Taller de Electrónica I", supo decirme "Tú puedes, Yani, dale duro a las cinco petacas esas...", aunque por dentro estuviera gritando "Pero tú eres loca, mujer?, esas cinco metrallas nadie las pasa en un mismo ciclo!"...

Si hubiese sabido que el pasado verano contenía el último día en que te iba a ver, hubiese aprovechado tu compañía al máximo. Hubiese disfrutado de tus chistes con más risas de lo normal, y hubiese ido hasta a la misma Altamira a buscarte, para que levantaras mi ánimo como en los tormentosos días de la universidad. Y para yo levantar tus esperanzas de que algún día nos volveremos a ver...

Dios sabe por qué hace las cosas...

Descansa en paz, inolvidable Allison Pérez... Que Dios te cuide, donde sea que estés.

~ Yani ~