El Novato Y El Tabaco

Cuando entré a UTESA ya tenía amores. No del tipo que va a tu casa y se chupa la novela con tu mamá, y se tira los cuentos de antaño de tu papá, sino del tipo que tu mamá piensa que es el amigo pájaro tuyo de tan pariguayo que es, y que tu papá cree que es el tipo más fantasmoso con que se te ha ocurrido salir "a estudiar". Sí, lo admito... Acabando de cumplir los 17 años, apenas tenía "amores escondidos".

Ya teníamos como un año en eso de vernos a escondidas, y la verdad es que la pasábamos bien, Napoleonov y yo (Ese fue el primer nombre ficticio que se me ocurrió que se parece al su nombre real, ok? Déjenme tranquila!). Sinceramente nunca me pasó por la mente "mirar" a alguien más... hasta que entré a la Universidad.

En la clase de Informática I (Primer ciclo, Enero 1998), conocí un caballero que iba en su quinto ciclo, pero de Ingeniería Civil. Tenía que tomar INF como una de esas materias que te meten en el pénsum con el solo propósito de sacarte los cuartos (Ejemplo: Relaciones Humanas, Etica Profesional, Historia Dominicana, Etc.). A medida en que pasaban los días me fui enterando por medio de Luz (mi mejor compañera el primer ciclo, Tamborilera, la chica que metía la nariz donde le cabía y nunca decía de dónde sacó la información) que era Tamborilero, trabajaba en un campamento de recoger tabaco (por lo que tenía su cuerpo pumpin', bien formado) y que nunca se metería en amores con una ingeniera "porque todas son locas".

Nolberto (Ese era su verdadero nombre, al principio pensaba que era "Norberto" y era que el tipo era Capitaleño, pero no... así era... NoLLLberto.) era de estos tipos que no hablaban mucho, pero al abrir la boca, sabías que lo que iba a salir (aparte del hipnotizante olor a tabaco) era digno de podio y micrófono. Su sabiduría "de calle" era masiva y no creia en las mujeres con un lunar sobre la boca (eso lo dijo delante de mí... mirándome la boca, precisamente donde tengo el lunar que ha sido toda mi vida un arma de doble-filo).

También tenía algo que he envidiado en mucha gente. Mi papá siempre me ha dicho que un 96% de las personas de este mundo tienen expresiones faciales que delatan sus sentimientos al instante de decírseles algo. Pero el restante 4% de la población es el bienaventurado. Pueden mentir, intimidar, sufrir y divertirse sin mover un músculo de la cara. Bill Clinton tiene esa habilidad. Y Martha Stuart, la desgraciada. Nolberto tenía esa habilidad. Y vaya que la ponía en práctica. Nunca sabíamos realmente lo que estaba pensando.

Un buen día Nolberto se enteró de que yo tenía "novio". "Puedes describirlo?" me dijo. "Tiene mi edad, pero piensa como uno de 30, es detallista, me trata bien y va a estudiar lo mismo que yo." Con esa expresión nula de CERO sorpresas y curiosidad inexistente, Me dijo "OK, ahora descríbemelo en serio, no al Napoleonov que QUISIERAS tener". Me quedé medio turulata. Le di la espalda pensando "Y este tipo?". Y me fui bruscamente, al ver que de lejos Luz me hacía seña con un billete de 10 pesos que decía "Riqui Lucilo, yo pago."

Y como se está poniendo de moda dejar a la gente en ascuas:
CONTINUARA ;)

Feliz Año Nuevo, Guanajos...
~ Yani ~