Con Los Pies En La Cabeza

Damn, una semana sin postear. Ni me di cuenta todo el tiempo que tenía sin darles un viejo update de lo "importante" que me llega a la mente... (yeah, right). Na, Semana Santa no se celebró por aquí, me tiré los 5 diítas en los dos trabajos, como usual, y el Lunes lo tengo libre, pero no es por nada santo. Bueno, a lo que vine, mis hijos...

Cuando yo era tan sólo una Yanita de poco más de cuatro años, allá a mitad de los ochenta, se usaba mucho el chiste: "Cuál es el único animal que come con los pies en la cabeza?"...

"EL PIOJO!!" Y es que desde mucho antes de aquellos tiempos (teniendo más fama en esos años) el piojo ha sido el fiel habitante de las cabecitas de la mayoría de las niñas del campo. Y muchas veces, este insectito de mañas azarosas, también lograba colarse a las cabecitas de las niñas de la ciudad.

Desde pequeñas, Yvette y yo teníamos la infalible tarea de ir todos los fines de semana a visitar a nuestra Abuela, que actualmente vive en Licey Al Medio, precisamente en el campo (que es más "pueblo" que cualquier otro sitio) de La Reyna. La diversión que nos tocaba como bono era ver a nuestras amiguitas Rosmery, Carmen, Raquel, Kenia y Martha, y una recua más, con las que se armaba juego tras juego en el frente de la casota. Eso sí, nunca había varones... "Las hembras con las hembras, y los varones con los varones..." Exageradamente agrio, pero en aquel tiempo no importaba.

No había ese fin de semana que Yvette y yo no volviéramos a la ciudad sin estar "comí'as en piojos". Mi mamá se atemorizaba ante la idea de que "sus niñas" tuvieran piojos o liendras. Y CUIDA'O con decir algo en la escuela, porque era botadas que íbamos!!

El procedimiento siempre era el mismo. El Lunes, Ma' notaba que, como que nos estábamos "arracando" mucho el caco. Empezaba la investigación. Bastaba un peine y un partido por el medio del pelo para descubrir los bichitos chupándonos nuestra sangre fresca...

Se están rascando la cabeza ya?

De Martes para Miércoles nos los sanaban a como diera lugar. You name it, we did it: Piojicida, Champú Avispa (Recuerdan el comercial con Roberto Salcedo? "Avispa al pelo, y piojo al suelo!!") Vinagre, Brugal... nadamás faltó que nos echaran Baygón!! (De eso se enfermó una tipa que nos cuidaba una vez, que a mi mamá se le ocurrió la "brillante" idea de "desinfectarle" la cabeza)... El Jueves ya la concentración era en las liendras, ya que eran tan fuertes que soportaban toda la lavada. Mi papá era experto en sacármelas con un peine, sobre una hoja en blanco. Luego nos divertíamos contando quién tuviera menos, dibujándo con lápiz un roncito alrededor de cada una. (Yo siempre perdía, porque siempre he tenido más cabello que Yvette)...

Luego, venía el Viernes, y se jodía todo, porque las girls volvían a Licey de nuevo a pasarse el fín de semana con su Abuelita... y con las niñas del campo :)

La solución, preguntan? Bueeeeeeeeeeno, como a nosotras nos "deportaron" de Santiago, supongo que estos azarositos no aguantaron los 0° Farenheit que nos esperaban en Massachusetts...

Les puedo asegurar que es una de las pocas cosas que no me hace falta de República Dominicana. Uno llega, y vuelve, y pasan epidemias, y cruzan plagas... Pero ellos siguen allí, los invencibles piojos y liendras... En una cabeza cerca de usted... :)

~Yani~